Cuatro éramos ¿Y ahora? Cuatro somos, mi hermano el Moños, Pamela, que es la querida del Moños, Andersen y yo, David.

• El Moños: llamado así por el gurruño que tiene encima de la cabeza. Músico y profesor de música, siempre con su guitalele a cuestas (una guitarra pequeña) para cortejar con el instrumento a todos los monos perdidos, pues se considera un enamorado de estos animales, pero solo de los que tienen la cara blanca, que son los buenos.

• Pamela: Profesora de música en inglés en un colegio de primaria de Móstoles. Ama la cerveza como amarías tú a tu hijo, pues siente que es su gasolina. Le gusta recorrerse las tiendas y comprarse cosas, aunque le cuesta mucho decidir, sobre todo a la hora de pedir un plato en un restaurante.

• Andersen: También profesor, pero esta vez de yoga. Un casanova tatuado con piercing y dilataciones, gafapasta barbudo… un hípster de los buenos. Le chifla comer y hacerse selfies con sus amigos. Él mismo se denomina “el regateador”, pues está orgulloso de los buenos descuentos que consigue en algunos artículos.

• David: Ese soy yo ¡Presente!

¡Un viaje a la India! Gritó alguien alguna vez, y aquí estábamos, con el visado calentito y las vacunas apaleando nuestro organismo.
Teníamos un plan de viaje, éramos jóvenes y nos queríamos comer la India (luego vimos el asco que daba y cambiamos un poco el plan), poseíamos un libro guía de la biblioteca y con él habíamos trazado nuestro itinerario, era muy loco (luego una agencia nos secuestró y nos cambió un poco más nuestro plan). Y nuestro descarado presupuesto no llegaba a los 450 euros para los 22 días (luego vimos que con ese presupuesto no íbamos a tener ni para el papel del ojete, así que el plan se cambió de nuevo)… ¿Te estás riendo de nosotros? Pues yo me río de ti que te fuiste de vacaciones con Google Maps.