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No, no, no… Algo tiene que ver con los reptiles, pero no es una isla repleta de serpientes como aquella otra de Queimada Grande, en Brasil. A esta le viene el nombre porque, obviamente hay serpientes, pero no es tanto canteo como la otra, que encima eran súper venenosas. Las serpientes que encontramos aquí vienen de la desembocadura del Danubio, pues estos animajejos caen al río y se aferran a una rama o tronco que les transporta flotando por las aguas del Mar Negro hasta la isla, que se encuentra a unos 35 km de la costa ucraniana, justo con la frontera rumana (el Danubio), de hecho, la ciudad más cercana es Sulina, en Rumanía (40 km).
Este pedrusco de forma extraña, perteneciente a Ucrania, tiene un área de 0.17 km2, 0.66 de largo por 0.56 de ancho. Sobre sus acantilados se encorva levemente la tierra hasta el centro y llega a una altura máxima de 42 metros sobre el nivel del mar. En la pequeña península, que se encuentra al noreste de la isla, se sostiene el único asentamiento (oficialmente desde 2007), de más de 60 habitantes, llamado Bile, que significa “blanco” en ucraniano, pues antiguamente, la isla era llamada -Isla Leuce- (blanco en griego).
El clima es templado. Sus temperaturas son bajas en invierno, entre 0 y 2 graditos centígrados, y en verano pasamos los 20 grados centígrados. Hay mucho viento y el suelo es rocoso, por lo tanto, vas a encontrar cero árboles en la isla, aunque están intentando plantar alguna cosilla. En cuanto a la fauna, además de esas serpientes arrastradas que han dado el nombre al islote, se pueden ver mogollón de especies de aves migratorias, dado que el Delta del Danubio está a pocos kilómetros. Los roedores y los murciélagos son los únicos mamíferos, sin contar los delfines que se asoman de vez en cuando.
HISTORIA
A finales del siglo VII a.C. apareció la primera mención a la isla en algunos escritos. Esta isla fue un importante trozo de tierra para los griegos que se expandían hacia el norte por el mar Negro, donde amarraban sus barcos y visitaban al oráculo y al templo que allí se erigió.
Al igual que la mayoría del continente europeo, desde el siglo I a.C. hasta el 456 d.C. la isla perteneció al Imperio Romano. Luego al Bizantino, y desde el siglo XV al Imperio Otomano. Las constantes tortas entre rusos y turcos en el mar Negro durante el siglo XVIII hicieron que la isla de las Serpientes pasase de un equipo a otro. En 1823 se descubren las ruinas del templo y se utilizan estos restos para construir un faro perteneciente al Imperio Ruso. En 1878 los Otomanos entregan la isla a Rumanía.

Ya en la Primera Guerra Mundial, los rusos, con permiso rumano, construyen una estación inalámbrica en la isla, motivo por el cual fue bombardeado, destruyendo la estación y parte del faro, reconstruido este en 1922. Durante la Segunda Guerra Mundial, Rumanía, como fuerza del Eje, construyó una estación de radio, lo cual fue un objetivo soviético durante toda la guerra. Muchos petardos se escucharon esos años, y muchos muertos hubo por parte de los dos bandos.
Tras la guerra la isla pasó a ser posesión de la Unión Soviética, aunque Rumanía nunca estuvo de acuerdo y reclamó la isla en diferentes ocasiones alegando que aquellos tratados eran ambiguos. Sobre todo, hubo más movida cuando la Unión Soviética se fue a pique y tuvo que disputarse las fronteras con Ucrania, pero vamos, que en 1997 se volvió a firmar un nuevo tratado entre Rumanía y Ucrania, donde los dos aceptaban los límites fronterizos establecidos, así que fin de la historia hasta el momento… La isla es ucraniana.
En 2022 Rusia comienza a invadir Ucrania con el pretexto de las revueltas separatistas en la región del Donbás. Por la posición estratégica que ocupa el islote, como bien hemos podido ver a lo largo de su historia, fue objetivo ruso desde el primer día: el 24 de febrero la isla fue tomada por la armada rusa, algo que les resultó sencillo por la escasa defensa en la isla, aunque sus 13 defensores dejaron una heroica (o patriótica) anécdota para la historia, pues cuando recibieron el aviso del buque de guerra ruso sobre la toma del territorio para que los soldados ucranianos soltaran las armas, estos respondieron «Buque de guerra ruso, que os jodan«. Tras esto, la isla fue bombardeada y posteriormente tomada tras el desembarco de los rusos. Al principio, a los defensores ucranianos se les dio por muertos tras el ataque, pero Rusia asegura que los 13 están vivos y detenidos.

ANECDOTARIO
Algunos dicen que Poseidón creo la isla, otros dicen que fue la nereida Tetis (la ninfa, no la titánide), que hizo brotar del mar esta roca para su hijo Aquiles.
Cuando Prometeo vaticinó y le confesó a Tetis que el hijo que tendría sería más grande que Zeus, este, asustado, la casó con el mortal Peleo, rey de los mirmidones. De ellos nace Aquiles, el héroe griego. Tetis, sabiendo también por el oráculo que su hijo no llegaría vivo a una edad avanzada, sumergió al bebé en las aguas mágicas del río Estigia, salvo por el talón izquierdo, que es por donde le sujetaba, haciéndole inmortal por todas partes menos por este trozo de pie.
Aquiles fue entregado a Quirón, un centauro sabio que entrenaba héroes en muchas materias, como la lucha cuerpo a cuerpo, el tiro con arco, la curación de heridas o la elocuencia. Aquí conoció a Patroclo, el gran amigo que le acompañaría durante toda su vida (tal vez fue algo más que un amigo, pero los entendidos en esto no se ponen de acuerdo).
Cuando ya era un tío formado y considerado el mejor guerrero griego y el más temido, Aquiles fue a Troya a pegar leches, como muchos sabréis, y aunque no quiero hacer spoilers de la Ilíada, es bien sabido que el héroe la palma en esta guerra por una flecha clavada en su talón izquierdo, dirigida por Apolo. Tras su muerte le incineran y mezclan sus cenizas con las de Patroclo, que muere algo antes.

Y todo esto ¿Qué tiene que ver con nuestra isla? Pues resulta que en varios textos antiguos es mencionado que estas cenizas fueron depositadas en la isla Leuke (antigua denominación) y se construyó un templo con una estatua en su interior para venerar al héroe y a su amigo. Por este motivo, la isla también fue llamada “Isla de Aquiles”. Muchos religiosos que se dirigían a la isla sagrada para sacrificar o liberar algún animalejo para venerar al hijo de Tetis, decían que Aquiles se les aparecía para decirles que se protegieran mejor los talones, a ver si alguien se los iba a pisar… Bueno, no sé en realidad que les diría, pero sí que se aparecía de vez en cuando, según los textos mitológicos.
COMO LLEGAR
Antes de la guerra, el punto de partida más lógico era desde la ciudad de Odessa. Una vez allí tendrías que dirigirte a Vilkovo, la Venecia ucraniana, en la desembocadura del Danubio (200 kilómetros al suroeste de Odessa), en autobús o en tu propio carro. Desde el muelle local de Vilkovo salía un barco de vapor todos los jueves que surcaba el canal hasta la desembocadura y de ahí, 35 kilómetros hasta la isla de las Serpientes. Solamente los domingos era la vuelta. Tenías que hablar con el capitán del vapor a tu llegada a Vilkovo para que te aceptase, además tenías que solicitar un pase del Servicio Fronterizo. El precio tanto para ir como para volver era de unos 2600 grivnas (unos 100 euros).
Otra manera de llegar hubiera sido en helicóptero, pero es muchísimo más caro y muchísimo más difícil de conseguir una plaza o, mejor dicho, que acepten tu plaza. De todos modos, a día de hoy (marzo 2022), es imposible llegar a la isla sin ser detenido o masacrado.

¿QUÉ HAY POR AHÍ?
*Antes de la guerra y quizá en un futuro:
La isla posee cuatro playas para que disfrutes del mar Negro y de sus medusas. Estarás solito, seguramente, porque no creo que muchos turistas visiten la isla más que algún ucraniano romántico o algún griego nostálgico en busca de un oráculo inexistente. Lo mejor que puedes hacer es bucear para encontrar ruinas muy antiguas u observar las aves migratorias que descansan en Serpiente.
Caminar por Bile, el asentamiento, es caminar por su única calle, “la calle Cosaco”. Aquí encontrarás una sucursal bancaria y una oficina de correo postal. Sus habitantes son mayormente científicos con sus familias. Por cierto, esto es lo que hay por ahí, pero es importante saber que lo que no hay es agua potable, al menos obtenida en la isla, así que no es tontería que lleves buenas reservas de agua, no vaya a ser que te vendan el litro a 200 grivnas.

Pues nada, espero haber dado a conocer otro trozo terrestre y que os haya gustado un poquito al menos. Yo ahora me marcho, pero volveré… No sé cuándo ni en qué circunstancias, pero volveré. Lo prometo. Mientras tanto pórtate bien. Un abrazo.
¡Saludos, navegantes!
Una sucursal bancaria para dos casas que hay? 😮 jajaja como isla, nos gustó mucho más la queimada grande aunque Alberto… tiene un poco de miedo a las serpientes 🤣 sean o no venenosas 🤷🏻♂️ este año va a tener una terapia de choque a ver si se le pasa. Esta isla sería ideal para ello. 🐍🐍
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Recuerdo hace años, en la selva del Ecuador, un niño indígena le acercó una serpiente (supongo que amaestrada) a un mono que había en una rama cercana y este, al ver al reptil, empezó a saltar como loco del miedo. Me pareció que la fobia a las serpientes podría ser instintiva, no? Hay muchas personas con ese miedo… Aunque también hay otras que aman a las serpientes jaja. Menos mal que el mundo está lleno de polos opuestos. Gracias chicos! espero que funcione la terapia… Es esencial para unas buenas vacaciones jajaja. Un abrazo!
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Jope David cómo siempre una lección magistral y siempre aprendiendo contigo. Me ha gustado mucho la historia de Aquiles y su relación con la isla de las serpientes, no tenía ni idea de que sus cenizas y las de su «amigo»estén supuestamente alli. Llegaste a ir cuando fuiste por allí? La verdad que no creo que haya mucha gente sin haber agua 😣😰Un abrazo fuerte y pasa muy buena semana 😘😘
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Uy, no! Me hubiera quitado mucho tiempo y habría tenido que recortar camino, pero no me hubiese importado pasar un par de días allí, aunque solo fuese para ver qué se cuece. Muchas gracias, Bea. Un abrazo!!!
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