INFORMACIÓN
Trindade en portugués. Es una isla del Atlántico Sur, parte del archipiélago Trinidad y Martín Vaz, compuesto de cinco islas. Trinidad es la mayor, de 9.2 km2, y se encuentra a 1.140 km de la costa brasileña, concretamente de la ciudad de Vitória, capital del estado de Espírito Santo. Eso hacia el oeste, pero navegando hacia el levante encontraremos la isla de Santa Elena a unos 2.540 kilómetros. Se trata del territorio habitado más remoto de Brasil, pues un grupo de algo más de 30 personas de la Armada Brasileña hacen una población en aquel lugar escarpado.
La actividad volcánica creó a Trinidad, con todas esas montañas, cráteres y acantilados. El punto más alto es el Pico del Deseo, en el centro, a 620 metros sobre el nivel marítimo. La guarnición de la Armada convive en el único asentamiento existente, en la costa norte, con el nombre de Enseada dos Portugueses. Varias especies de aves anidan en Trinidad, al igual que la tortuga verde y las ballenas jorobadas, que utilizan la isla como vivero.
HISTORIA
Paseaba por ese océano en 1502 el señor Estevao de Gama, primo segundo de Vasco de Gama, con su tripulación portuguesa, cuando se encontró esta isla a la que llamó con el nombre con el que la conocemos hoy. La isla pasó a ser brasileña con la independencia de Brasil.
A partir de este momento, la historia de la isla está escrita por los repetidos intentos por parte de la Corona Británica de hacerse con estos pedruscos estratégicos en medio del Atlántico. El Estado brasileño ha tenido que luchar mucho en varios capítulos de su historia para evitar que los pesados de los ingleses se hicieran con el archipiélago. El primero que lo intentó, en el año 1700, fue el conocido astrónomo y matemático Edmund Halley, el que calculó la órbita del cometa Halley, que llegó a la isla y dijo… “Esto pa mi patria”.

En 1781 hubo otro intento, pero cuando se acercó el barquito con la intención de desembarcar e inspeccionar la isla, este chocó con las rocas y no hubo más que hacer. Los ingleses no se rinden fácilmente, así que en 1895 volvieron a la carga, pero la diplomacia brasileña y portuguesa ganaron a la de los del té. Dos años después, los brasileros construyeron un monumento para que quedase bien claro de quienes eran esas montañas del océano.
Justo antes de este último intento, un estadounidense llamado James Harden-Hickey llegó con planes locos y se adjudicó la isla, declarándola independiente. El tío quería crear un Estado dictatorial. Diseñó una bandera, sellos postales, escudo de armas, se compró una goleta para transportar colonos… Pero nah, al final pasaron todos de él y James I, Príncipe de Trinidad, tuvo que dejarse de tonterías para, posteriormente, caer en una profunda depresión.
En la Primera Guerra Mundial los alemanes habían creado una base naval secreta en el archipiélago, lo cual, un crucero germano se acercó en 1914 para suministrar lo que hiciera falta, pero un trasatlántico inglés les pilló en plena faena y ¡Comenzó la batalla! La verdad es que estuvo muy igualado. Todo parecía indicar que la victoria caería en manos alemanas, pero los británicos afinaron la puntería al final y consiguieron hundir al crucero alemán.

ANECDOTARIO
Ocurrió el 16 de enero de 1958. En aquellas latitudes no había frío que valiese la pena. Eran más o menos las 11 de la mañana y un barco brasileño atracado cerca de la costa Espirito Santo de la isla Trinidad se disponía a zarpar hacia Río de Janeiro. Entre la tripulación se encontraba el capitán Viegas y el fotógrafo Baraúna, además de varios científicos y exploradores. Fue el capitán el primero que señaló al cielo despejado para alertar de un extraño objeto plateado, ovalado y con un anillo que lo rodeaba. Este objeto se movía por el cielo, a veces despacio y a veces más deprisa, dejando una estela blanca fosforescente que desaparecía a los pocos segundos. Apareció desde el este y se esfumó tras el pico del Deseo. En ese momento, Baraúna se hizo con su cámara y esperó, junto con el capitán y aquellos científicos a que reapareciese la cosa. Momentos después fueron complacidos. Volvió a aparecer y posó para 6 fotografías, después volvió a esfumarse en el horizonte. En este periodo la electricidad del barco dejó de funcionar, y en el trayecto hacia el continente falló varias veces. De las seis fotografías se salvaron cuatro, de esas cuatro dos estaban movidas y no se veía nada.
Las dos únicas fotografías con cierta calidad fueron presentadas y estudiadas por el ejército brasileño, que las consideró como verdaderas y, a día de hoy, este caso permanece sin resolver. No obstante, hay sospechas de falsificación, pues se ha comprobado que Baraúna ha falsificado fotografías en el pasado. También existen contradicciones en la historia contada por los testigos. Ellos nunca confesaron el fraude, pero amigos y familiares cercanos, en 2010, revelaron que aquellas imágenes fueron manipuladas.
CÓMO LLEGAR
Siento con toda mi alma chafar tus propósitos, pero no está permitida la entrada a la isla si no es con un fin científico o militar, y siempre justificable. Si consigues este permiso te daré mi enhorabuena, tienes un viaje de tres días en barco por el océano hasta el lugar brasileño que antes divisa el amanecer.
¿QUÉ HAY POR AHÍ?
Es un lugar de paisaje impresionante. En las altas y escarpadas rocas verás los milenios separados por colores. La erosión ha dibujado en la piedra al peligro, a la soledad y al vértigo. Las gaviotas monjas llegan después de largas etapas viendo únicamente el mar, y aquí dejan su descendencia. Las tortugas verdes hacen lo propio en la playa que tiene el nombre de su especie, y en ocasiones aguantan a varios humanoides con raros utensilios que tocan sus caparazones. El caprichoso suelo volcánico crea piscinas naturales, un regalo para los 32 científico-militares que tienen que perdurar allí durante cuatro meses. La estación meteorológica avisa a los del continente del porvenir.
Y poco más. Es un lugar curioso con una historia amplia, demasiado para un punto tan invisible en los mapas. Espero que hayáis descubierto otro trocito del mundo y que os haya gustado. Para más islas ya sabes… Islas Fantásticas.
¡Saludos, navegantes!
Muy bueno, nos ha encantado eso que pusiste: En las altas y escarpadas rocas verás los milenios separados por colores. La erosión ha dibujado en la piedra al peligro, a la soledad y al vértigo. Precioso 😍. Como preciosa es la pequeña y perdida isla que describes. Menudo paisaje 😍.
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Gracias chicos. Un abrazo y buena semana!!!
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Si como dicen dos viajando has estado de lo más poético y a punto de llevar material para un episodio de cuarto milenio, con avistamiento incluido. No sabía que allí solo se permite la entrada a científicos y militares, vaya😐 tendremos que seguir soñando con islas prohibidas. Feliz confinamiento David😘😘
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Las islas prohibidas son las más interesantes porque esconden animales mitológicos, recursos mágicos y hechos sobrenaturales. Gracias y ánimo, Bea, todos los días sale el sol.
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