INFORMACIÓN
Se trata de una isla bastante tocha ubicada en el océano Ártico, entre el mar de Siberia del Este y el mar de Chukchi, a unos 140 kilómetros al norte de la costa siberiana más fresca, en el distrito de Chukotka, separados por el estrecho de De Long. Esta isla es administrada por este mismo distrito y, por lo tanto, pertenece a la Federación Rusa.
Su área es 7.609 kilómetros cuadrados, midiendo 150 kilómetros de largo y unos 125 en su parte más ancha. Su punto más alto es el pico de la montaña Sovetskaya, en el centro-sur de la isla, de 1.096 metros sobre el nivel del mar congelado. El terreno está llenito de montañas, valles, ríos, lagos y acantilados, además de una extensa variedad de fauna salvaje, como los glotones, los zorros del ártico, los osos polares, los bueyes almizcleros, morsas a tutiplén, focas, ballenas, cuervos, lechuzas, gaviotas y mucho más. La flora también es muy variada y eso es algo que sorprende teniendo en cuenta esas latitudes. Las temperaturas son como te lo puedes imaginar… Frío en verano y muchísimo frío en invierno, alcanzando rara vez los 6 grados centígrados en julio y bajando hasta los -27 grados centígrados en febrero. Nieva poco y llueve menos, y el viento siempre arrastra una voz cruel.
La isla se encuentra deshabitada por el ser humano, salvo por aquellos desgraciados que son enviados allí con fines científicos y militares. En 2004, a esta reserva natural se la consideró como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la categoría de naturaleza.
HISTORIA
Los arqueólogos han encontrado restos de un asentamiento humano en el sur de la isla que data alrededor del 1.700 a.C. El sitio arqueológico se llama Chertov Ovrag, y fue habitado por paleoesquimales que se dedicaban, al menos, a la caza de mamíferos marinos.
El primer avistamiento europeo pudo haber ocurrido en 1764 por un explorador y militar cosaco llamado Stepan Andreyev, que afirmaba haber pasado por ahí. Estas afirmaciones hicieron salir 56 años después al explorador ruso Ferdinand van Wrangel en busca de la isla, pero nunca la encontró. Sí la encontraron años después los británicos, los alemanes y los estadounidenses. Estos últimos nombraron a la isla como hoy se la conoce, en honor al explorador ruso que pasó varios años de su vida en la búsqueda de este trozo de tierra. A finales del siglo XIX varias expediciones norteamericanas tocaron la isla, realizando las primeras descripciones de la misma. En 1916, el zar Nicolás II de Rusia declaró que la isla pertenecía a su imperio.
En 1921 salió una expedición canadiense con cinco colonos (tres estadounidenses, un canadiense y una mujer iñupiat) que tenía como misión llegar a Wrangel y proclamar aquel territorio para Canadá. Todos ellos tenían una formación académica adecuada para la expedición, y ella, Ada Blackjack, sería la costurera y cocinera del equipo. Una vez en la isla, las condiciones meteorológicas se volvieron muy locas y se quedaron atrapados allí. Tras agotar las reservas, tres de ellos marcharon hacia la Siberia continental para buscar ayuda, mientras que Ada y uno de los canadienses se quedaron en la isla. Él murió de escorbuto a los pocos meses, y los otros tres desaparecieron sin dejar rastro. La inuit se quedó sola, pero aprendió a sobrevivir en el mundo de Frozen, hasta que dos años después, en agosto de 1923, fue rescatada. La llamaron la mujer Robinson Crusoe… Una historia que posiblemente rescate en un futuro post.

En 1926 otro grupo de exploradores (esta vez rusos) se quedaron atrapados en la isla durante tres años, hasta que al final pudieron ser rescatados. En los años 30, Wrangel fue repoblada y, el gobernador de la isla llevó a cabo un régimen de terror, asesinando a sus opositores y prohibiendo la caza de morsas, haciendo que muchos de los pobladores de la isla murieran de inanición. En 1936 fue juzgado este acto y el gobernador fue sentenciado a muerte. Durante la II Guerra Mundial, Wrangel sirvió de gulag y, hay testimonios que aseguran que el héroe de la IIGM Raoul Wallenberg fue visto en este campo de concentración, pero vamos, que los avistamientos de Wallenberg desde su desaparición se han repetido constantemente durante varias décadas del siglo XX en diferentes lugares del mundo.
ANECDOTARIO
Hace mucho, mucho tiempo, alrededor del 8.000 a.C., los humanos aprendimos a entrelazar hilos u otros materiales flexibles con la finalidad de crear tejidos, o sea, que aprendimos a tejer. También, sobre esa época, en China comienzan a cultivar arroz, y en Sudamérica patatas. Sin embargo, en el sur del sur, en Tierra de Fuego, llegan los primeros asentamientos paleoamericanos, gente que utilizaba la piedra para todo. También, sobre esta época, en el sur de Siberia muere el último mamut que habitaba los continentes, al menos que tengamos constancia.
La culpa de la extinción del mamut y de muchísimos animales más, fue asignada al cambio climático. Durante años, esta teoría fue la más válida, incluso películas recientes e infantiles como Ice Age apoyaban dicha teoría, pero, parece ser que las cosas han cambiado. En la isla Wrangel, los huesos encontrados de este animal han sido datados alrededor del 1.700 a.C., o sea, más de 6.000 años después de su extinción en el continente ¡Oh my God!
Quiere decir esto que, cuando se extinguió el último mamut de la Tierra, ya existían grandes imperios. En Egipto, las pirámides ya eran parte del paisaje y el calendario tenía 365 días. En la península del Peloponeso se funda la ciudad de Argos, en China registran por primera vez el paso de un cometa y en la actual Irak ya se había escrito la Epopeya del Gilgamés.
Pero ¿Por qué ocurrió esto? ¿Por qué en Wrangel aguantaron los mamuts lanudos unos 6.000 años más? Esto es algo que tira por la borda la teoría de la extinción de la megafauna por culpa de la última glaciación, pues en aquella isla tan al norte del mundo, los animales tendrían que haber desaparecido antes incluso que los que vivían en el continente. Por el contrario, refuerza la teoría de la extinción debido a la caza excesiva por parte de los humanos, pues coinciden los primeros asentamientos de estos en la isla con la desaparición por completo de los mamuts lanudos.
Aunque aún no es algo demostrable (pues no se han encontrado todavía evidencias directas de caza de mamuts en la isla), tenemos muchas papeletas de ser los culpables en esto. Somos expertos en echar balones fuera y proclamarnos inocentes de todo, pero en esta ocasión, las pruebas apuntan hacia el homo sapiens. El ser humano es un monstruo imparable, un virus que arrampla con todo lo que va chocando. Pasó en América, en Australia y en todas las islas donde fue llegando la humanidad. Mammuthus primigenius, requiescat in pace.
CÓMO LLEGAR
Esta complicado, ciertamente, pero alguna manera hay. Primero tienes que sacarte un permiso en la oficina de “turismo” de Mys Smidta, la ciudad más cercana a la isla desde el continente (500 habitantes… llámalo ciudad si lo deseas). Y luego a lo mejor pueden llevarte en avión, helicóptero o crucero si sueltas bien la guita. Eso sí, tiene que ser a través de excursiones científicas y siempre acompañado de uno de estos trabajadores ¿Te atreves? Cada año son 200 personas las que se atreven.
¿QUÉ HAY POR AHÍ?
Mejor, primero te digo lo que no hay. No hay cafeterías, restaurantes, supermercados y ninguna tienda comercial que te venga a la cabeza. El alojamiento en Ushakovskoye (asentamiento científico al sureste de la isla) no tiene ningún tipo de lujo, de hecho, dormirás en una habitación grandota junto a otras decenas de personas.
Lo que principalmente ofrece esta isla es una amplia variedad de especies de animales y plantas (muchas para esas latitudes). Wrangel tiene una concentración enorme de morsas. Focas, zorros, lobos, mogollón de aves y bastantes osos polares que te van a comer cuando les visites, ya lo verás.
En la parte sur de la isla hay algún yacimiento de antiguos pobladores que no sé si se podrá visitar, aunque teniendo en cuenta que toda visita tiene que estar justificada con algún fin científico, supongo que no habrá problema en visitarlo.
Y poquito más. Abrígate mucho si de verdad es lo que quieres, porque ni el mejor verano te va a salvar de los temblores. Espero que haya sido de vuestro agrado y que hayáis descubierto un sitio nuevo donde bañarse en la playa junto a las morsas. Nos vemos a la próxima.
¡Saludos, navegantes!
Que lugar!!! Lo llevo observando desde hace tiempo y buscando información. Desde luego la Isla Wrangel tiene algo que llama a ser explorada! Eso si como tu comentas, el visitarla es a precio de oro!
Un saludo.
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La verdad es que tiene que ser una maravilla de lugar, una aventura de otro tiempo, de las que ya no quedan. Ojalá tengas la oportunidad de pisar Wrangel 😉 Un abrazo y gracias!
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Que belleza gracias por transmitirnos y mostrarnos algo tan bello que dan ganas hacer la mochila y salir a conocerlo.Saludos
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Gracias a ti por pasarte 😉 Un saludo!!!
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Me he quedado con las ganas de saber la historia de la Robinson Crusoe de los hielos…. y espero que tenga final feliz, jaja. La historia de los mamuts me recuerda a la del milodon de la Antártica Chilena, es otro misterio, pero lo que está claro es que somos el covid de la fauna¡¡¡😏 Alucino con la de islas que hay por el mundo en la que solo pueden poner el pie los cientificos, ya nos has descubierto unas cuantas pero veo que hay más de las que yo pensaba. Un besote David y pásalo bien que hoy toca dar una vuelta, las puertas de los toriles se abren para nosotros😘😘
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Se creó un verdadero revuelo con la mujer inuit. Se hizo muy famosa y todos querían conocerla y saber más sobre su aventura, sin embargo ella solo quería que la dejasen en paz.
Sí, esta noche aprovecharé y saldré sonriendo a oler el cemento jaja. Muchas gracias Bea, ánimo, que hay luz.
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Qué maravilla que haya gente a la que nos flipen esos lugares tan arrebatadamente perdidos del mapa y las historias que hay detrás. Y que podamos viajar a ellos leyendo (porque, francamente, la logística para llegar hasta allí se da prohibitiva…) Me pasaría días y días saltando de recoveco en recoveco del mapa… Precisamente, de este, nunca había sentido hablar. Así que gracias por el trayecto! Sí que estuve (virtualmente) por las Islas Diómedes (te lo dejo por aquí, por si te aburres ☺️: https://singularia.blog/2020/03/06/las-islas-del-telon-de-hielo/), que vienen a tener una historia y un algo bastante alineado con Wrangel, pero que en su caso viven partidas por la línea de cambio de fecha. En fin, el mundo! Un abrazo!
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Hola! Sí, conozco las Diónedes y me flipa la idea de que se pueda cambiar de un continente a otro andando cuando el mar está congelado… Y retornar al pasado jaja. Gracias Sergio! Un abrazote!
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