Floreana

INFORMACIÓN

A unos mil kilómetros al oeste de la costa ecuatoriana continental se encuentra el archipiélago de las Galápagos, remojadas en las aguas del Pacífico. Cuarenta islas volcánicas forman una provincia de la República del Ecuador.

La sexta isla más grande del archipiélago es Floreana, con un área de 173 km2, a 50 kilómetros al sur de la isla Santa Cruz. Tiene forma de rombo y, como todo el archipiélago, se trata de una isla volcánica. Más o menos por el centro de la isla se encuentra el punto más alto, un volcán inactivo llamado Cerro Pajas, de 640 metros sobre el nivel del mar. En la costa oeste está el único asentamiento de la isla, Puerto Velasco Ibarra, con unos 170 habitantes.

Por lo general, de junio a diciembre llega desde el sur una corriente fresquita que crea un clima seco y frío. En diciembre, los vientos se retiran y dejan paso a las corrientes de Panamá, mucho más cálidas, y que permiten unas mañanas soleadas seguidas de unas tardes lluviosas. Los animalejos que se asoman son los flamencos rositas, los piqueros de patas azules, las tortugas, los leones marinos y los pingüinos. En el mar mandan las rayas y los tiburones.

Plantilla

HISTORIA

El dominico español Fray Tomás de Berlanga fue el descubridor de la isla en 1535, pero prácticamente quedó en el olvido un par de siglos, hasta que el irlandés Patrick Watkins llegó en 1807 para quedarse, pero se cansó de la soledad a los dos añitos y decidió salir de allí escopetado.

En 1832, cuando la isla fue anexada por, el recientemente creado, Ecuador, sirvió de cárcel para casi cien soldados que habían participado en un motín. Primero fueron sentenciados a muerte, pero posteriormente se les deportó a Floreana, donde vivieron buenos calvarios durante los veinte años de duración de esta colonia penal. Mientras tanto, Charles Darwin visitaba el archipiélago en 1935.

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Piedra tallada por algún ballenero o pirata aburrido.

Ya en 1925 llegó a la isla un barquito noruego con motivo de una expedición zoológica, y también llevó a unos cuantos colonos escandinavos atraídos por el buen pescado de la zona, y con la intención de crear una industria ballenera… ¡Fracaso! A los dos años se volvieron a Noruega todos aquellos emprendedores que aún no habían estirado la pata.

A partir de 1929 comenzaron a llegar diferentes colonos en pequeñas tandas, sobre todo de alemanes que se olían la tostada de la guerra. Durante varios años hubo ahí convivencias difíciles que un poco más abajo voy a profundizar en alguna de ellas. Uno de los matrimonios alemanes que llegó fundó el único hotel que hoy sigue existiendo: el Hotel Wittmer, apellido de la familia.

ANECDOTARIO

Es probable que Floreana sea la isla con más pasado turbulento de todas las pertenecientes a las Galápagos. Como acabo de decir un pelín más arriba, a partir de los años treinta comenzaron a llegar colonos europeos a cuentagotas, y los problemas entre ellos empezaron a florecer.

En 1929 llegaron los primeros. Se trataba de una pareja de amantes alemanes que habían abandonado su vida de casados y sus respectivos trabajos en Berlín para irse a vivir a este rincón apartado con ideologías primitivistas. Dore y Friedrich paseaban por la isla comiendo vegetales y sin ropa alguna, viviendo felizmente hasta que, dos años después comenzaron a llegar otras parejas y familias con ideas similares, pues toda aquella historia había llegado a Alemania y… Ya sabemos… Culo veo, culo quiero.

Los colonos más peculiares que llegaron en esta etapa no fueron pareja ni familia, sino un trío “amoroso”: En 1932 aparece la austriaca y millonaria Eloise Wagner de Bousquet y sus dos amantes a los que trataba casi como a esclavos: Lorenz y Philippson. El primero, un hombre escuálido, es el más maltratado y a veces se llevaba palizas del segundo, pero siempre ordenados por ella. Eloise se autoproclamó baronesa de la isla y planificó construir un hotel de lujo, cosa que irritó a los demás habitantes, sobre todo a esa primera pareja de alemanes, con quien tuvo más de una diferencia.

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La Baronesa Wagner con sus dos amantes, Philippson a la izquierda y Lorenz detrás.

Dos años después, en 1934, ocurrió el misterioso drama. La baronesa y su esclavo favorito, Philippson, desaparecen del mapa para siempre. Todo apunta a que Lorenz tiene algo que ver en todo esto, pero su cadáver se encuentra en una isla cercana ¿Tal vez tuvo algo que ver Dore y Friedrich? Las cosas estaban muy tensas entre unos y otros… Pues no sé, pero poco después Friedrich muere intoxicado comiendo carne en mal estado (extraño, pues se supone que era vegetariano). Nunca se esclarecieron estos misteriosos sucesos ¿Te ves capaz de resolver este cluedo? El caso es que Dore volvió a Berlín e ingresó directamente en un centro de salud mental, donde murió tiempo después a causa de un bombardeo.

Estos hechos son relatados en el libro “Floreana, la peregrinación de una mujer en las Galápagos”, de la señora Wittmer (la que fundó el hotel). Y también existe una película-documental con el siguiente nombre: “The Galápagos Affair”, de 2013.

CÓMO LLEGAR

Mogollón de aerolíneas te pueden llevar a Galápagos desde Quito y Guayaquil. Existen dos aeropuertos internacionales, una en la pequeña isla de Baltra y otra en San Cristóbal. Para llegar a Floreana te vale cualquiera, pero tal vez te sea más sencillo desde Baltra, pues es la utilizada para llegar a la isla de Santa Cruz (están muy cerca), y desde esta isla es más fácil encontrar una amplia oferta de lanchas (fibras) que te mueven de isla en isla. La fibra que va a Floreana sale a las ocho de la mañana y cuesta unos 30 dólares estadounidenses (moneda oficial de la República del Ecuador). Mejor reservar una plaza en la lancha uno o dos días antes, sobre todo en temporada alta y, si hay intención de quedarse a sobar en Floreana infórmate antes, a ver si no vas a encontrar sitio de vuelta los días posteriores.

Esa es la opción más barata, pero si te sobra la pasta, tienes cruceros millonarios que te dan unas cuantas vueltas por las islas y puntos más inaccesibles, y por supuesto, todo organizado y poca libertad de improvisación. Es complicado encontrar uno de estos cruceros que baje de los 3.000 dólares. Suerte.

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¿QUÉ HAY POR AHÍ?

Para uno o dos días puede estar bien. El senderismo, el buceo y el avistamiento de la fauna silvestre es lo más entretenido que un humano puede hacer aquí. En el Hotel Wittmer te informarán de todas las actividades disponibles (entre 45 y 80 dólares la noche).

Hay un lugar bastante curioso en esta isla. En la parte noroeste está la bahía Post Office donde históricamente, los balleneros, piratas y colonos dejaban sus cartas para que barcos estadounidenses que pasaban por ahí las llevasen al mundo exterior… Así es como la historia de Dore y Friedrich llegó a Berlín y se hizo famosa como los nuevos “Adán y Eva”. Lo mejor es que esta bahía postal sigue funcionando, aunque no es cien por cien fiable, claro.

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¡Post Office a su disposición, marinerx!

¡Fin de la cita, chumaches! Espero que Floreana os haya flipado, si es que no conocíais sus movidas históricas. Yo fui a Ecuador hace muchos años y me arrepiento mucho de no haber tocado el famoso archipiélago, pero claro, la economía entonces estaba más bien flojita, así que nada, ya tengo excusa para volver ¿Te vienes? En la próxima isla fantástica seguiremos por las Américas, pero mucho más al norte.

¡Saludos, marinerxs!

7 comentarios en “Floreana

    1. Las Galápagos son una fantasía. Me dió mucha rabia no haber podido ir cuando estuve en Ecuador… Espero tener una segunda oportunidad 🙄 Y si vosotros la tenéis… id! Es un safari más light que al que nos tenéis acostumbrados, pero si metes a los tiburones entre tortugas e iguanas se vuelve igual de emocionante jaja. Gracias! Un abrazo!

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  1. Menuda historia, alucinante la desconocía por completo y desde luego da para peli, libro y hasta una mini serie para HBO de echo me has dejado tan flipada con la historia que esta tarde voy a buscar la peli (mira que ha sucedido porque el enlace no funciona) Las Galapagos las tengo en mi lista de deseos para cuando podamos viajar, debe de ser un lugar alucinante. Me ha encantado tu entrada David pasa una feliz semana:)😘😘😘

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    1. Pues sí, historia curiosa, desde luego. La Baronesa esta tenía que ser una pieza sin igual jaja. Ya he arreglado el enlace, que da al trailer… Si ves la peli/documental ya me dirás que tal es, que yo no la he visto. Un saludo y gracias, Bea!!!

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  2. Pingback: Floreana — ¡Vaya Diario! – Reina Vanegas

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