Mezquita Sheikh Zayed (5º trabajo)

Todo quema y todo brilla, el sol no tiene piedad, por eso los materiales de convivencia deben ser preferiblemente blancos: telas, vehículos, edificios… El blanco salvador. Nosotros habíamos llegado al alba y ya se nos habían fundido las cejas, y aunque anduvimos por los sombríos vértices de los gigantescos bloques, llegamos a las aguas del mar más arrugados que el niqab de cualquier señora.

Ese paseo nos había hecho comprender el porqué de la ausencia humana en las calles y, por el contrario, la abundancia de coches en las carreteras, algunos destartalados y otros de última gama. Los que no estaban al galope estarían en los centros comerciales, con los carros en los establos de alquiler. Tal vez, los pocos que sudaban la gota gorda eran esos extranjeros a los que subían a varias docenas de metros para limpiar los cristales de las torres más grandes del mundo, sin derecho a disfrutar de un équido blanco con cuatro ruedas.

Nosotros, casi deshidratados en nuestro pequeño paseo, decidimos contratar un carruaje que nos acercase al mayor templo de los Emiratos, la mezquita Sheikh Zayed, una obra de arte que, como no podía ser menos, tenía que ser blanca.

El mármol vino de cinco lugares diferentes del globo, como de los gigantes asiáticos o de los clásicos mediterráneos, y su patio interior contiene el mosaico de mármol más extenso jamás contemplado. Sus cuatro minaretes se elevan más de cien metros cada uno para pinchar las pocas nubes que se acerquen al desierto. La alfombra interior fue anudada por más de mil mujeres iraníes que tardaron dos años en completarla y hacer de ella la más grande de entre todas las alfombras voladoras y no voladoras.

Todo es grande en la mezquita Sheikh Zayed. Todo quema y todo brilla, así que esperemos que a nadie se le olvide atar bien a su caballo blanco en el enorme establo que reposa junto al templo.

LOS ESTABLOS DE AUGÍAS

Al noroeste de la península del Peloponeso funcionaba una urbe llamada Élide, dirigida por el rey Augías, el hijo del titán Helios. Siendo así, descendiente de lo divino, fue compensado con un poderoso ganado que no enfermaba nunca, y esto derivo a una superpoblación de vacas y cabras, lo cual el trabajo de ganadería se hizo imposible y Augías acabó abandonando sus tareas. Treinta años después aquel establo podía parecerse a un infierno. Nadie quería acercarse al lugar por el olor que desprendían los excrementos, y los habitantes de Élide sufrían esterilidad.

El quinto trabajo que Euristeo encomendó a Heracles fue limpiar los establos más vomitivos del mundo, los del rey Augías. El monarca, una vez conoció al héroe, le retó diciéndole que no podría limpiar los establos en un solo día, y que si así fuese le daría una décima parte de su ganado. Heracles, siempre optimista con sus posibilidades, aceptó el reto.

Dos ríos pasaban cerca de la ciudad, lo que le dio una idea hijo de Zeus. Con su tremenda fuerza canalizó el agua de los ríos hacia los asquerosos establos, consiguiendo así limpiarlos de una tajada y esfumándose el hedor que desprendían. Augías, sorprendido y furioso a la vez, no quiso cumplir su promesa al alegar que el trabajo lo había hecho el agua de los ríos y no el héroe, pero los jueces le obligaron a cumplir su palabra. Heracles volvió a Micenas para avisar al rey Euristeo de la finalización del trabajo. Este, envidioso y desesperado al ver que el musculoso héroe había realizado todos los trabajos imposibles con éxito, decidió no contabilizarle este, excusándose en el premio del ganado recibido, pues los trabajo no debían ser remunerados.

2 comentarios en “Mezquita Sheikh Zayed (5º trabajo)

  1. Eso de limpiar los establos pestosos y que no te paguen…seguro que los establos de la mezquita de Abu Dhabi están como sus paredes, blanco nuclear, envidia de cualquier anunciante de detergente. Me quedo con las ganas de saber de tus aventuras emiraties pero ese es el sexto trabajo de Mr Proper Heracles jejeje. Un abrazo David Feliz Finde:)

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