En una aldea al norte de Madrid, en la zona más rural de la Comunidad, he pasado largos periodos de mi vida junto a mi familia, sobre todo en los momentos vacacionales. Este pequeño pueblo de menos de 50 habitantes en invierno, ha sido un lugar que me ha acompañado durante toda la vida, y nos hemos visto crecer mutuamente.
El pequeño pueblo ha sido visitado en varias ocasiones por algunos programas televisivos, atraídos por la codiciada longevidad que poseen sus pocos paisanos, un tema digno de reportaje, pero por más que interrogan a los abuelos del lugar sobre el secreto de la (casi) inmortalidad, no consiguen una respuesta que pueda saciar a los espectadores ¿Qué es lo que los mantiene tantos años en pie? El agua de la sierra, los alimentos de la tierra, el aire fresco… ¿La magia?
La magia rural… No lo creo, pero ¿Quién sabe? Una de estas vecinas que yo conozco desde que tengo uso de razón y que, siempre la he recordado anciana (pero anciana de muchos años), es protagonista de una leyenda local que nunca he podido comprobar: Dicen que esta señora, dueña de un corral de gallinas y, por lo tanto, proveedora de huevos en el pueblo, cuando se cruza algún animal en su camino, este se amedrenta. Si es un perro ladrando, callará y esconderá el rabo, y lo mismo ocurrirá con los gatos, gallinas, burros o vacas, todos se silenciarán y agacharán la cabeza.
Sin duda es algo que nunca he creído y por lo tanto no he querido perder el tiempo en comprobar, pero estas acusaciones demuestran el placer que sienten las personas al rodearse de fantasía oscura. Todo pueblo, por pequeño que sea, debe tener su patrimonio mítico, legendario y mágico, y también su bestiario acorde con su naturaleza y religión, aunque sea idéntico o muy parecido al de sus vecinos. Sentir miedo gusta y es adictivo, aunque solo cuando la mente sabe que, en realidad, la vida no corre peligro, por eso existen las películas de terror, los parques de atracciones y la festividad de Halloween.
Abrir un museo dedicado a la magia es una apuesta segura. Lo que antes queríamos que ardiese en la hoguera ahora queremos tenerlo cerca. Hoy todos querríamos tener poderes y haber pisado los pasillos encantados de Hogwarts. Es por eso, que recorriendo la vieja Europa encontraremos lugares que cuentan la historia de aquellos seres que traspasaron algunos límites permitidos por la Inquisición, además de coleccionar utensilios y manuscritos secretos, cuernos de unicornio y ojos de tritón ¡Abracadabra, pata de cabra! Aquí algunos museos europeos con esta temática fascinante:
Hólmavík: Este pequeño pueblo islandés de 375 habitantes (censo de 2011) posee uno de los museos más conocidos del país. Llamado como Strandagaldur, dedica su colección al folclore y la historia de hechicería y brujería en Islandia, donde la pieza más destacada es la réplica de un nábrók. https://en.wikipedia.org/wiki/Strandagaldur
Kranfors: Entre 1668 y 1676 tuvieron lugar en Suecia un conjunto de acontecimientos llamados como “el Gran Alboroto” (Det Stora Oväsendet), que fue un periodo de histeria colectiva donde se llevaron a cabo centenares de juicios y ejecuciones por brujería. La ciudad de Kranfors fue testigo de la ejecución en masa más grande de la historia de Suecia en momentos de paz, y fueron 71 las personas ejecutadas. Hoy, esta ciudad alberga un museo que recuerda estos sucesos con imágenes, lecturas y audios. https://haxmuseet.se/
Kristinestad: Esta ciudad fundada en 1649 es conocida principalmente por sus casas bajas de madera y las callecitas que van dibujando. Se encuentra en la costa oeste de Finlandia, a orillas del mar de Botnia. A tan solo 5 km hacia el norte puedes toparte con la Galería Gottorp, donde te familiarizarás con las persecuciones de brujas en esta región llevadas a cabo en el siglo XVII. En Kristienestad fueron cuatro mujeres las condenadas a morir, acusadas de brujería. http://www.gottorp.fi/
San Petersburgo: En un barrio del sur de esta gran ciudad rusa podemos visitar el “Museo de las Mentiras” que, aunque no menciona a las brujas en su descripción, si podemos encontrar mitología, ocultismos, objetos mágicos, etc. Y todo esto mezclado con las tecnologías modernas, dando un paso más e imaginando así un futuro fantasioso gracias a la máquina del tiempo y a los artefactos que están por llegar. Además, este museo tan original, permite celebrar en su interior cualquier fiesta familiar… Los niños disfrutarán, y los que dicen que son adultos se sentirán como niños. https://untruthmuseum.ru/
Kaunas: La segunda ciudad de Lituania alberga el Museo Žmuidzinavičius (conocido como el museo del Demonio), uno de los más peculiares del mundo, y aunque no encontrarás muchas referencias a las brujas y brujos, este lugar sería el indicado para los antiguos y modernos aquelarres. El museo acoge una colección inmensa de esculturas demoniacas que empezó con el pintor Žmuidzinavičius, que reunía este tipo de estatuillas, y por lo tanto, a su muerte, se decidió mostrarlas al público. Entonces, los visitantes que podían, comenzaron una tradición espontánea que consiste en dejar otra pieza a la colección, haciéndola crecer continuamente. https://es.wikipedia.org/wiki/Museo_%C5%BDmuidzinavi%C4%8Dius
Ribe: Comandada por su protegida catedral, Ribe es una de las ciudades más antiguas de Dinamarca, y tiene varios museos curiosos dedicados a vikingos, pero el que presentamos aquí es el “Hex! Museo de la caza de brujas”. Como no, el edificio está ubicado muy cerca de donde hubo ejecuciones de mujeres acusadas por brujería en los siglos XVI y XVII. https://www.hexmuseum.dk/en/welcome-to-hex-museum-of-witch-hunt/
Oudewater: Esta pequeña ciudad neerlandesa que se encuentra entre Utrecht y Róterdam tiene uno de los museos dedicados a la persecución de brujas más curiosos. En el siglo XVI, época de persecución en Europa, el Emperador Carlos V inauguró un sistema de pesaje para indicar si la acusada era bruja o no. Esta gran báscula, que se encontraba en un viejo edificio mercante de la ciudad, se llamaba Heksenwaag, y es así como se denomina el actual museo, presente en el mismo lugar donde se pesaban a aquellas condenadas. Se especula que con cierta cantidad de dinero podías llegar a pesar lo suficiente como para recibir el certificado de “No bruja” y así librarte de la hoguera, por lo tanto, el Heksenwaag resultó ser muy lucrativo para la ciudad. Hoy, en el museo, puedes obtener tu certificado (o no), además de descubrir la historia de la persecución de brujas en esta región. https://www.heksenwaag.nl/
Boscastle: Este pueblo inglés ubicado en la costa norte de Cornualles no tiene ni iglesia, sin embargo, posee uno de los museos de magia y hechicería más importantes de Europa. Su colección y exposiciones son muy apreciadas en el mundo del ocultismo, así pues, es altamente visitado. Además, tiene su propia biblioteca especializada que puede ser consultada por los investigadores. https://www.heksenwaag.nl/
Thale: Esta ciudad en el centro de Alemania posee una bruja volando en la escoba en su escudo de armas, y esto es porque, a tan solo 5 km al sur de la ciudad se encontraba una elevación rocosa donde supuestamente las hechiceras realizaban sus rituales, pociones e invocaciones. Estas acciones han dado cierta fama oscura a la localidad y en nuestros tiempos no ha quedado más remedio que abrir un museo con esta temática, el más importante de Alemania, según su página web. http://www.obscurum-thale.de/page.php?id=7
Kadaň: A orillas del río Ohre se encuentra esta hermosa ciudad checa con un patrimonio histórico ejemplar. El excéntrico escultor Jaroslav Stejný decidió crear el Museo de las Brujas en esta localidad, museo que ha sido acogido perfectamente por los ciudadanos. Aquí encontrarás información sobre la magia antigua y sobre aquellas personas que la llevaban a cabo. Dispondrás también de un taller de pociones para aprobar con buena nota la asignatura que impartió Severus Snape. http://www.muzeum-carodejnic.cz/
Gränichen: Este antiguo municipio del norte del país helvético da cobijo al Museo de las Brujas de Suiza, que se encuentra justo a la sombra del castillo de Liebegg, rodeado de un bosque con cuevas de arenisca que le da a todo esto un ambiente más terrorífico. En el museo puedes recorrer leyendas locales y hacer un repaso de las supersticiones antiguas y no tan antiguas, y como no, hay amplia información sobre los juicios y condenas por brujería en siglos pasados. En la imagen siguiente podemos ver una recreación de la ejecución de la suiza Anna Göldin, la última «bruja» ejecutada en Europa https://www.hexenmuseum.ch/
Söll: Encantador pueblo tirolés rodeado de montañas que atrae a multitud de turistas, sobre todo cuando se abren las pistas de esquí. Y justamente en la ladera de uno de sus picos se encuentra “Hexenwasser” (agua de las brujas), un complejo vacacional para visitar en familia con gran cantidad de actividades relacionadas con la naturaleza, donde le dan un toque de fantasía. Uno de sus atractivos es su Centro de Brujas, una casa donde te muestran la magia menos negra, o sea, la medicina con productos naturales. Aquí sustos no vas a encontrar, es más, lo que más miedo da es su página web. https://www.hexenwasser.at/
Zsámbok: Un pueblo en el centro de Hungría, a pocos kilómetros al este de Budapest, que tiene su museo dedicado a las brujas tradicionales. El museo es propiedad de una mujer llamada Anita que asegura que proviene de una familia de chamanes y hechiceros. A pesar de ello, nos presenta el museo como un lugar donde conocer la magia de ayer desde los conocimientos científicos de hoy. https://boszorkanymuzeum.webnode.hu/
Zugarramurdi: Sin ninguna duda, esta pequeña localidad al norte de España, es el pueblo de las brujas del país. Los aquelarres en las cuevas que se encuentran a menos de un kilómetro de la zona urbana, dieron lugar en 1610 a los injustos juicios que acabaron con la quema de al menos once personas, sobre todo mujeres, a pesar de que las acusaciones eran dudosas y poco creíbles. Entre el pueblo y las cuevas está el actual museo, que te cuenta con mayor detalle los sucesos y te muestra cómo era la vida de los paisanos de Zugarramurdi en aquella época. http://www.turismozugarramurdi.com/seccion/turismo_museo_de_las_brujas/
Le Monastier-sur-Gazeille: La comuna entre Montpelier y Lyon posee un pequeño castillo que alberga el museo de las Creencias Populares, donde vamos a empaparnos en leyendas rurales de la región. La descripción del museo nos cuenta que las historias aquí contadas son viejas leyendas transmitidas por los ancianos y ancianas del Alto Loira, y algunas se han recreado con pinturas y pequeñas figuras que les dan un toque cómico a las supersticiones, a la brujería y al ocultismo. https://www.museedescroyancespopulaires.com/
Peio: Es un pueblo italiano rodeado de montañas alpinas, en la provincia de Trento. Aunque este país posee varios museos dedicados a las brujas y demonios, el Museo de las Brujas de Peio asegura que es uno de los mejores de Europa, a pesar de su reducido tamaño. La colección posee viejos manuscritos, figuras diabólicas y utensilios espeluznantes para que no puedas dormir en al menos dos noches. https://www.visitvaldisole.it/it/info/museo-delle-streghe
Podčetrtek: El último que visitamos está en un pueblo esloveno que hace frontera con Croacia. La región tiene su encanto gracias a un castillo ruinoso en lo alto de una colina y al pintoresco monasterio de Olimje. Muy cerquita del monasterio se encuentra la llamada “Cabaña de la bruja”, un lugar que parece de cuento y que está, sobre todo, enfocado a los niños y niñas, pues repasa esas viejas historias que Disney ha ido recuperando en sus películas. http://carovnica.si/
Me quedado con la intriga de la señora de tu pueblo de verano, pero he disfrutado mucho leyendo la cantidad de rincones que harían las delicias de la Inquisición. Muy buen post un abrazo David
Me gustaLe gusta a 1 persona