CONSPIRACIÓN SEPTEMBRINA Aquel 25 de septiembre de 1828, Simón no podía más. La fiebre se había colado en el palacio y, sin previo aviso, se le había incrustado en lo más profundo de su cuerpo. Él decide, entonces, llamar a Manuelita, que resultó ser la persona de confianza más cercana, pues vivía a pocos pasos …
