Panamá y Costa Rica 2023

¡Sin previo aviso! Mis sentimientos cambiaron sin previo aviso, el verano se volvió loco, patas arriba, se quedó preñado, sin currete de repente, agarró varicela, viruela y ciruela, se le canceló un concierto, le denegaron una visa, le dejó su pareja, se le perdió la cartera, se le falleció el gato… Se jodió. El verano se jodió. Y había que levantar cabeza, conocer peña nueva, arriesgar capital, beber calimocho con vino de un euro, poner el ventilador al 5, comerse tres helados en un día ¡Había que hacer algo, joder! ¿Y qué es lo que sé hacer yo? Sé hacer cosas, la gente me lo dice, que hago cosas, como los catalanes… Hago dibujos, música y puzles, divierto a los comensales y a los meninos, no me drogo porque me da miedo, me pongo solo una alarma, hago genial la tortilla de papas, pero sobre todo viajo, y creo que era la más viable tirita, viajar, porque no me iba a poner a hacer una tortilla de patatas cada día de agosto ¡no gano para huevos!

Desmonté mi cerebro y le di al ENTER. El avión saldría el 27 de agosto hacia Ciudad de Panamá. El avión regresaría el día 12 de septiembre desde San José, y yo iría en ese avión, sin saber que iba a hacer, solo con un libro y unas galletas con pepitas de chocolate ¿Qué cómo me fue? Así, diría yo…